Las élites romanas ante la monarquía hispánica (1644-1665).
Políticas culturales y estrategias de representación de las familias filoespañolas en Roma.
(Responsable: Cristina Agüero)
En las décadas centrales del Seicento, Roma cambió de rostro con la renovación de plazas, iglesias y palacios que definieron los nuevos escenarios de la ciudad barroca. El carácter proteico de esta metrópoli no solo se reflejaba en la estructura urbana sino también en su intricado tejido social: «es Roma tan diferente en lo exterior que en lo interior», reza una de las numerosas relaciones enviadas a la corte, «que pocos de los que la miran pueden hablar acertadamente de ella». Esta ciudad internacional y sede del papado fue un tablero decisivo en la política europea, un teatro de lealtades y rivalidades donde el monarca español y el rey cristianísimo se disputaron el control de la península itálica.
En las décadas centrales del Seicento, Roma cambió de rostro con la renovación de plazas, iglesias y palacios que definieron los nuevos escenarios de la ciudad barroca. El carácter proteico de esta metrópoli no solo se reflejaba en la estructura urbana sino también en su intricado tejido social: «es Roma tan diferente en lo exterior que en lo interior», reza una de las numerosas relaciones enviadas a la corte, «que pocos de los que la miran pueden hablar acertadamente de ella». Esta ciudad internacional y sede del papado fue un tablero decisivo en la política europea, un teatro de lealtades y rivalidades donde el monarca español y el rey cristianísimo se disputaron el control de la península itálica.
Los vínculos establecidos con las élites italianas fueron claves dentro de la estrategia desplegada por la monarquía hispánica; a pesar de ello, la historia de los pormenores que cimentaron estas alianzas está todavía por escribir. Para contribuir a este objetivo, el presente proyecto propone examinar las dinámicas que presidieron la relación de los sectores filoespañoles de la corte romana con los agentes de la monarquía hispánica durante las décadas centrales del siglo XVII, desde el ascenso al solio pontificio de Inocencio X hasta el fallecimiento de Felipe IV. En su monografía sobre la Roma española, Dandelet (2002: 249-257) definió este periodo (1644-1665) como «el resurgimiento español», una etapa en la que los ministros del monarca trataron de restablecer su influencia en la corte papal tras más de veinte años de primacía francesa. El conciso análisis de Dandelet aborda los aspectos más significativos de las negociaciones políticas que tuvieron lugar entre el papado y la corte madrileña en aquellos años, dejando, por tanto, abierto el campo para un estudio pormenorizado de los mecanismos que rigieron la interacción de las élites romanas con los agentes españoles. Partiendo de esta premisa, la presente investigación propone analizar la labor como anfitriones y protectores de los ministros del monarca que asumieron destacados miembros de la nobleza romana; los signos visibles que emplearon para mostrar su fidelidad a la facción española; el papel que las élites romanas concedieron al ocio noble y a las formas de refinamiento cultural como herramientas para persuadir a los agentes españoles y atraerlos a sus causas personales; así como los espacios de sociabilidad que compartieron ambos grupos y las transferencias culturales que se produjeron entre ellos.